Cuando estamos activos creativamente hablando, estamos en el momento presente. Cuando estamos en el presente, estamos abiertos y centrados. Hay muchos pasos concretos que podemos tomar para mejorar nuestra concentración, tanto la de nuestros niños. Con la tecnología como una distracción casi constante debemos tener más cuidado para alimentarnos a nosotros y a nuestros hijos con los nutrientes adecuados: buena alimentación, actividad física, sueño reparador y salud espiritual.
Un cuerpo sano y una mente sana llevan a una buena concentración y al aprender a concentrarse, los niños pueden crear un buen sistema de trabajo creativo de juego y de alegría. Lo que es un hecho es que no hay sustituto para la imaginación humana, podemos inventar historias y tramas divertidas, podemos hacerlo si nos dan el tiempo y el espacio mental para hacerlo.
En la era digital tenerlo todo significa mucho más de lo que significaba antes. Significa contactar a la gente de manera instantánea y esperar su respuesta instantánea. La comunicación es inmediata y la gratificación inmediata puede ser muy adictiva.
Como padres debemos determinar cuáles son las reglas de nuestro hogar alrededor de estas cosas. La tecnología tiene su lugar, pero mientras más esté accesible para nosotros, mas debemos estar conscientes de cómo y cuándo usarla.
Estar saludables y activos físicamente afecta también nuestra salud creativa. Si nos encontramos bien alimentados y satisfechos nuestra salud mejora. Si permanecemos fuertes y relajados estamos más seguros de nuestras ideas. Al empoderarnos físicamente podemos tomar riesgos en otras áreas de nuestra vida.
Educar es un acto de amor.
Victoria Ben
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