UNA BURLA LLAMADA FABIÁN

Columna: A TÍTULO PERSONAL

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Por Sergio Arturo Duarte Méndez

Conecta Juárez

Irresponsable, insultante e inadmisible es la conducta mostrada por el futbolista Marco Fabián, mediocampista ofensivo de Bravos FC Juárez, separado del club ayer por 10 días luego que rompió el protocolo sanitario de la Liga MX, al realizar una fiesta en su casa la madrugada del jueves con el cantante venezolano DJ Adso, horas antes del duelo de esta noche contra Pumas UNAM, en plena pandemia de Covid-19.

Mientras el FC Juárez vive una seria crisis en el Guardianes 2021 con tres derrotas seguidas y el técnico Luis Fernando Tena no encuentra soluciones, fiel a sus antecedentes de ‘fiestero y borracho’ que lo han acompañado en gran parte de su carrera y a su nulo compromiso con los colores de la institución que le paga un sueldo de lujo (1 millón 500 mil pesos mensuales) y al que como buen mercenario llegó en agosto pasado sólo por dinero, tras su fracaso con el Al Saad, de Qatar, al sonriente y feliz Fabián de la Mora le importó un comino el equipo y la salud de sus compañeros e hizo otra de las suyas.

El incidente, la separación del plantel y una sanción de parte de la Liga MX -que puede llegar hasta los 100 mil pesos- no son hechos aislados en la vida deportiva del jugador.

Antes de emigrar al futbol alemán donde se enroló en el 2016 con el Eintracht de Frankfurt, ‘Marquito’, un futbolista que ya vio pasar sus mejores días, un ‘cartucho quemado’ que en Bravos no ha aportado nada en el Guardianes 2020 y 2021, -18 juegos, 15 como titular, mil 237 minutos, cero goles, cero asistencias, un cartón rojo y otro amarillo- y, además es un elemento nocivo y un peligro para el plantel dado su mal ejemplo y comportamiento, protagonizó historias similares a ésta, en su estancia en Chivas.

Exhibido en muchas ocasiones alcoholizado y en compañía de mujeres, -además de su frecuente aparición en portadas de revistas rosas-, fue en el ‘Rebaño Sagrado’ donde se ganó a pulso el estigma de jugador problemático e indisciplinado, etiqueta que también enseñó en la Selección Mexicana.

Dentro del terreno de juego, también demostró su inmadurez y falta de sensibilidad como actor principal de un lamentable festejo en octubre del 2011, luego de anotarle un gol a Estudiantes Tecos.

En éste, simuló darle un balazo en la cabeza a Alberto ‘Venado’ Medina, en un momento en el que el país, -propiamente esta ciudad-, vivía una gravísima inseguridad.

La penosa celebración le valió una multa de 50 mil pesos por la directiva del equipo.

Incluso, De la Mora visitó Juárez para entregar una donación que el hoy extinto Jorge Vergara y su entonces esposa Angélica Fuentes hicieron a una organización de víctimas de la violencia, en esta ciudad.

Con todas estas referencias y con un nivel de futbol que no es ni la sombra del que tuvo en el Tri olímpico en ‘Londres 2012’ y en Alemania, no concibo cómo Fabián fue contratado por la dirigencia de FC Juárez.

Me parece increíble y una soberana burla que exjugadores como Guillermo Cantú, presidente ejecutivo de Bravos y, el asesor externo José Antonio ‘Tato’ Noriega hayan puesto sus ojos y recomendado la contratación de un deportista que está probado que le encanta la fiesta y la bebida y que en esta frontera encontró un paraíso para divertirse de lo lindo ante la pasividad e indiferencia de la directiva.

Y pregunto: ¿estuvo muy bueno el negocio? o ¿por qué De la Mora encontró cabida en la Liga MX únicamente en Bravos y no en Cruz Azul o Chivas, sus exequipos, como en su momento se mencionó?

Hoy, a menos de un año de su arribo e incorporación al FC Juárez, tanto De la Mora como Cantú son rehenes de sus declaraciones y esclavos de sus acciones.

Y como bien dicen, las palabras se las lleva el viento.

“Quiero ser parte de la historia, quiero dejar un legado aquí, quiero dejar huella y quiero hacer historia con este equipo”, declaró el ‘refuerzo’ en agosto pasado en su presentación oficial con Bravos.

Y añadió: “para mí, lo más importante y lo único que tengo en mente es lo futbolístico, lo otro, creo que no tengo que decir tantas palabras, los ejemplos y las actuaciones lo dirán por sí solo, pero creo que el Marco que se fue de México hace algunos años, ése ha cambiado. Mi vida ha cambiado bastante y hoy vengo con una ilusión muy grande, con una mentalidad mucho más madura”.

Cantú también creyó en Santa Claus, en Blanca Nieves y en los Siete Enanitos.

“Creo que ahora tenemos un jugador mucho más maduro, mucho más consciente y con muchas ganas de acompañarlo para que él siga creciendo y nos ayude a los ‘chavos’ y a todo el equipo a seguir creciendo juntos”, declaró el presidente ejecutivo del FC Juárez en una entrevista con Marca Claro -como suele hacerlo, atiende a los medios nacionales y difícilmente a los locales-.

Las cartas están sobre la mesa y considero que no es necesario que Bravos espere 10 días para hacerle una prueba a Fabián y se pueda reintegrar al plantel.

Ya fue suficiente, es tiempo de limpiar la casa y Marco, quien ha pasado de noche en el FC Juárez y ya se ganó la antipatía de un muy buen sector de la afición local por su pobre rendimiento debe marcharse a casa después del triste legado que ha construido, sólo que fuera del rectángulo verde.

Junto a él, es justo que se vaya Cantú y todo su equipo de colaboradores, igualmente de muy grises resultados en el club.